viernes, 2 de septiembre de 2011

Si nosotros

Si nosotros no respetamos nuestro trabajo, por qué habría de hacerlo alguien más.
Si no nos comprometemos con él, por qué debería alguien tomarnos en serio.
Si no dominamos la impaciencia que nos lleva a rematar un texto de cualquier manera, por qué debería tener el lector paciencia y leer nuestro trabajo hasta el final.
Si no nos enamoramos de nuestros personajes, porque debería sentirse el público atraído por ellos.
Si no somos capaces de crear un universo alterno perfecto donde ocurra la acción, por qué habría de sentirse inclinado alguien a traspasar el umbral de papel y adentrarse en él.
Si no tejemos tramas interesantes, por qué demandamos el interés del lector.
Si no nos molestamos en narrar los hechos con claridad, por qué tendría que esforzarse alguien por entenderlos.
Si al sentarnos a escribir lo que hacemos es perder el tiempo, por qué habría alguien de invertir su tiempo en nosotros.

Si no creemos en nuestro trabajo, por qué debería creer el lector que somos escritores.

No hay historias malas, sólo historias mal contadas.